maestre

domingo, 15 de diciembre de 2019

Undécima entrada: Reflexión sobre la asignatura (PUBLICACIÓN PARA ASIGNATURA)

      Buenas tardes. En mi última entrada evaluable en competencia académica en el blog (porque tengo pretensión de continuarla más allá de la asignatura), debo reflexionar sobre qué me ha aportado la asignatura de Acceso y Uso de la Información Histórica en el primer semestre de mi primer año en el grado de Geografía e Historia. Haciendo un ejercicio de honestidad y franqueza, he de descubrir que tuve las expectativas de esta asignatura demasiado altas. Me despido de esta asignatura con la sensación de no haber aprendido tanto, al menos, en comparación con las demás asignatuas. Se ha trabajado sobre la responsabilidad y reputación digital y temas similares que, más que conocimiento, podría calificarlo de orientaciones morales. En lo particular, las clases de la EPD han sido productivas para aprender a usar el Drive (gran herramienta) y el Blogger (método muy apropiado para la divugación informativa y que continuaré usando). El Mendeley, de poco me ha servido; el dialnet y usar virtualmente la Biblioteca CRAI ha estado bien. El trabajo de investigación, en mi opinión (que es lo que se me ha solicitado explícitamente), insatisfactorio por la carencia de libertad en la elección de temas e injusto por la metodología de unión y evaluación grupal. Cursar esta asignatura es de agradecer, dada la importancia que tiene (y tendrá cada vez más) el uso virtual de la información. Claro que pienso que podría dirigirse de otra forma, como dedicar 2 horas a las EPDs y 1 hora a las EBs, como insistir más en la Bibliotecomanía, enseñarnos cómo se trabaja en una biblioteca, enseñarnos más historia/ciencia sobre este mundo, incluso haciendo el trabajo de investigación sobre esto. A mi entender, una artista, tiene menos que ver con la naturaleza de la bibliotecomanía que la función de los archivos y las bibliotecas, los métodos de procesar información, y un largo et cetera dedicado al mundo de las letras y la Bibliotecomanía. Por supuesto, las excursiones han otorgado interesantes conocimientos y valiosos recuerdos. En lo particular a las EBs, sé que la profesora Nieves puso toda su voluntad en crear unas clases óptimas y eso ya, para mí, es más que suficiente.

      Muchas gracias por todo Profa. Martínez :)

§ Décima entrada: Biblioteca de Alejandría

      Buenas tardes. El mundo antiguo funcionaba con apenas 6 ciudades: Roma, Atenas, El Cairo, Jerusalén, Constantinopla y Alejandría. Conforme se fundó esta última, existió, casi al unísono, una biblioteca, una biblioteca como el mundo moderno no ha conocido: La Biblioteca de Alejandría.
   
     Según el faraón Ptolomeo II, el gobarnador de Alejandría pidió a los gobernantes de todo el mundo que donasen tantos documentos como fuese posible, de todo tipo de disciplina. Más tarde se encargaron a distintos sabios traducir todo al griego. Documentos de filosofía, poesía, geografía, física, astronomía, arte, religión, etc. Se dice que la primera traducción de la biblia hebrea al griego estuvo allí. Si hubieras llegado con tu barco al puerto de Alejandría en el S.III a.C., te habrían hecho, los funcionarios del rey Ptolomeo III Evergetes, un resgistro en el barco para confiscar todos tus libros, copiarlos, devolverte la copia y llevarse el original a la biblioteca (los bibliotecarios consideraban que el riesgo de los escribas al equivocarse copiando no era asumible). Ptolomeo III pidió al gobierno ateniense las copias de las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides. Atenas se negó obviamente pero Ptolomeo III les ofreció el suficiente dinero para que les valiese la pena a Atenas enviarle las obras, para que las copiaran y se las devolvieran. El resultado fue unas copias tan idénticas que les devolvieron las copias a Atenas, quedándose ésta con el dinero y unas copias fabulosas, pero Alejandría con los mejores ejemplares.

      La cantidad de obras escritas que se estima albergaba la Biblioteca de Alejandría es de unos 700.000 ejemplares en el S.I a.C. Esta cantidad es más que absurdamente gigante, más aún para esa época. Implicó inventar el primer método de clasificación para no perderlos. En esta biblioteca no sólo veían pasar los siglos los libros, sino también las personas, algunos intelectuales vivían literalmente dentro y subsistían con fondos públicos y un comedor social que había en la biblioteca. Entre estos intelectuales estaban: Arquímedes, Euclides (cuyas teorías matemáticas fueron manual de científicos hasta el S.XX), Eratóstenes (descubrió la circuferencia de la tierra con un margen de error de 80kms usando una cuerda y un camello), el poeta Calímaco, Galeno, etc. Se cree que había incluso un zoo.

      La mayor tragedia que vio la Biblioteca de Alejandría no fue una obra griega, fue un atentado romano perpetrado por Iulius Caesar en el S.I a.C. arrasando todo cuanto fue capaz y, más tarde, otro atentado, esta vez cristiano, dirigido por el Papa Copto Theophilus de Alejandría, finales del S.IV principios del S.V, quien incendió una parte de la biblioteca como protesta al paganismo. Por otro lado, el Califa Omar de Damasco, en el 654 d.C., destruyó cuantos libros él consideraba que predicaban contra el Islam.

      Hipatia intentó crear una especie de herencia en el Serapeum (templo a Serapis), dando clases multidisciplinares y, de nuevo, albergando diversas sapiencias en dicho templo. Cabe mencionar, por honor a la verdad, como no puede ser de otra forma en ese blog, que a Hipatia de Alejandría se le ha representado como una musa dedicada a la sensualidad, bajo el ridículo prisma victoriano del S.XIX británico. En realidad a Hipatia de Alejandría se le describe mejor reproduciendo una de sus escenas, según el filósofo Damascio, con un alumno en la que, al alumno, recién confeso enamorado de ella, le arroja una de sus compresas usadas y le dice "tu amas esto, joven, y no hay nada más hermoso al respecto". A Hipatia la asesinaron unos monjes parabalanos (una secta cristiana de la antigüedad). En un paseo rutinario la interpelaron, la arrastraron y la llevaron a una iglesia. Una vez allí, las versiones van desde que murió en el instante del propio miedo, hasta que le arrancaron la piel con trozos rotos de ceramica o con conchas y que, mientras aún respiraba, le arrancaron los ojos. Otras fuente cuentan que un cristiano la mató antes de todo aquello por compasión o por amistad clandestina.

      A día de hoy existe una biblioteca en Alejandría, en honor a la antigua, llamada Biblioteca Alexandrina. También alberga documentos de todo el mundo.
Fuentes: Nixey, C., (2018). La Edad de la Penumbra, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.

sábado, 7 de diciembre de 2019

Novena entrada: Biblioteca Colombina (PUBLICACIÓN PARA ASIGNATURA)

      Buenas tardes. La mayor biblioteca de todo el Renacimiento Europeo es la Biblioteca Colombina, una compilación de libros que dispuso Hernando Colón (hijo de Cristóbal Colón). Esta biblioteca está ubicada dentro de la Catedral de Sevilla y, en ella, Hernando Colón intentó albergar todo el Saber Universal, desde la Grecia clásica, hasta su época. Para ello recopiló: manuscritos como El Libro de las Profecías, un resgistro de naturaleza religiosa escrito por Cristobal Colón, "mal hizo quien hurtó de aquí estas hojas porque era lo mejor de las profecías deste libro", sobre unas páginas que fueron perdidas; Liber de promissionibus et predictionibus Dei y el Liber de menescalia, un tratado sobre conocimiento ganadero. Impresos como la Biblia Políglota Complutense, cuatro primeros volúmenes contienen el Antiguo Testamento, el quinto el Nuevo Testamento y el sexto textos filológicos complementarios; Las Décadas o Ad Urbe Condita de Tito Livio; debemos mencionar otros incunables como el Ars Moriendi, un libro del sur de Alemania de carácter filosófico, que presenta las costumbres de la vida como un acercamiento a la muerte; la Imago Mundi, un escrito que explica diversos campos de la geografía y el ecúmene, la astrología y el heliocentrismo... y la Gramática Castellana de Antonio de Nebrija, cuyos textos abordan la lingüistica castellana; et cetera.

      Hernando Colón conoció y analizó cada libro que adquiría. Su metodología para coleccionar los más valiosos libros del mundo se basaba en la compra de libros por sus viajes en Europa y, además, delegar esta labor a expertos distribuídos en los centros libreros más importantes como París o Venecia, que se lo enviaban a Sevilla. Así como la colaboración de otras personas para tareas menos cualificadas, no necesariamente expertas, pero así relamente interesadas en el proyecto. Para la financiación contó principalmente con la herencia de Cristóbal Colón, donaciones y subvenciones del Estado.


Fuentes: https://www.youtube.com/watch?v=8LCO1FVnnnM&feature=youtu.be (07/12/2019)
http://www.icolombina.es/colombina/index.htm (07/12/2019)

§ Décimo séptima entrada: 666

" He aquí sabiduría: el que tiene entendimiento, calcule el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos ...

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