Maruja Mallo nace un 6 de enero de 1909 en Viveiro (Lugo) y accede con unos 14 años a Bellas Artes en Madrid (con la intención de alfabetizarse), gracias a que no es necesario superar bachiller en aquel entonces. Allí tuvo el honor de compartir espacio académico con: Federido García Lorca, Buñuel o Dalí, entre otros. Fue el mismo Federico García Lorca quien le obsequió con un limón (de su emblemática colección de limones con azucarillos) para oficializar su ingreso en La Cofradía de la Perdíz, que consistía en consumir perdiz cada sábado en reunión.
Ella tuvo en bien criticar a Buñuel, tachándolo de bruto y torpe; y a Dalí, declarando en público sus fracasos académicos. Pero lo que es peor, también se mete con la mayor cuna, eje, motivo y destino del arte (al menos desde el S.III hasta el S.XVIII): La Iglesia; calificándola de mafia o titulando su obra como "Cloacas y Campanarios", unas afirmaciones que, sin poder adivinar si son frutos de una necesidad irrefrenable de provocar (llamar la atención) o de querer alardear sobre su incultura de su propio oficio, decepcionan cuanto menos a un buscador de arte. En este vídeo se pueden hallar más evidencias de su, tan alarmante como triste, saber estar en público, intentando, sin parar de insistir, en descalificar la Iglesia; o afirmando que es pionera en travestismo, por ponerse una chaqueta masculina, que le tuvieron que prestar sus compañeros para que entrara en el Monasterio de Silos.
De los viajes que hizo más tarde, podemos destacar el suyo a París, donde pudo conocer a Picasso gracias a una beca. Allí se especializa en el surrealismo, inspirándose en la icónica ingravidez de Dalí.
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=Nf3TVRjPuXc (19/10/2019)
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